Desvelándome a cuestas de tu pecho,
frente a una laguna de fuego e incienso.
Carcomido en un cáliz de suspenso...
tiernos labios besar, quizá en mi lecho...
nuestro camino es complejo y estrecho.
Pero cada día más en ti pienso,
aludiéndonos un amor inmenso.
Cuál promesa, en una rosa por hecho...
La espera en tardías horas rotadas,
cuál fábula de migas y paciencia
amaran tus lágrimas perfumadas...
en la media luna siento tu esencia,
dos almas cuál odisea prestadas,
al final una sola vehemencia.
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