aimara

Sonrisa de niña

Fueron cadenas las
rosas, verano ceniza.
La ventana esconde
la verdad de la niña.
Cautivo esta el
madrigal, la última
noche fue melodiosa,
sencilla, sin profanar
sentidos.
Observó desde su vera
la cautiva mirada del
mañana.
Despejó solo rutina,
puñal maldito socava
el alma.
Mutiló la cobardía el
presente.
Solo la señera del
mañana calmó la
mirada.
Cautiva quedo la
estrella, una flor llora.
Sonrisa de niña.