ANTE UN RETRATO DE ELLA
En el sutil instante para la pose exacta
¿Qué ángulos idearon la luna y tú embeleso?
para el lienzo ideal la pubertad intacta
de tus ojos en fija tentativa de un beso.
Un eternal clisé de cambiante añoranza
la mirada serena y el romaní semblante
con su perfil de hada cuya inocencia alcanza
el vigor de una flor incipiente y radiante.
Un único destello y la vida se hechiza
para volver la vista y adivinar el ansia
que arde en el invisible fuego de tu secreto
más allá de tu espíritu y la amable sonrisa
que vence y que degusta en íntima constancia
el que ante ti proyecta su vislumbre discreto.