Yo te amé una tarde fresca y encantadora
y descubrí tu belleza en un hermoso amanecer,
tú me amaste, lo sé, y por eso mi alma llora,
porque este amor se fue escondiendo y no pudo ser.
Yo te amé cada noche que te recordaba,
con tu sonrisa de estrella y tu perfume de mujer,
tú me amaste en cada poema que te cantaba
y hoy me doy cuenta que este amor no pudo ser.
Yo te amé como la única reina de mi historia,
aquella que está presente como la luna en un anochecer,
tú me amaste y eso lo llevo grabado en mi memoria,
aunque me duela en el alma que este amor no pudo ser.
Yo te amé una tarde como un loco enamorado
y te escribí canciones que te hablaron de mi querer,
tú me amaste, yo nunca lo he dudado,
pero, tristemente, este amor no pudo ser.