Piezas de mi alma
Mirad, de como mi alma se desvela,
a veces por creer que son tus ojos
plasmados en la noche cual abrojos;
palabras en el mar de la cautela.
Al verte reflejada cuando leo,
pregunto, si de veras, ¿no es mentira?
Pues tienes la armonía de la lira,
el gusto y el placer mientras te veo.
Mis ojos que vigilan con destreza
la dicha de pensarte a cada rato,
abogan por la luz de tu retrato
que está codificada en mi cabeza.
Si duermo es para verte con sigilo,
andar y hacer presencia, ver tu risa;
porque al cerrar los ojos, voy de prisa,
sabiendo que contigo soy tranquilo.
Mirad, oh niña mía, pues mirad,
que sueño con los ojos que tú tienes
y vives en mi pecho, sin retenes;
te digo, que esta es mi realidad.
Samuel Dixon