Querida mia…
Tus ojos son el sol de mi alegría,
la luz que me despierta cada día.
¿Lo sabías?
Tu risa es un refugio tan sincero,
Es mi casa, mi guarida… mi sendero.
Es tan simple…
La vida me sonríe si me miras,
y el tiempo se detiene si suspiras.
¡Ay amor!
Contigo cada duda se disuelve,
Y mi mundo se acomoda y se resuelve.
Querida mía…
No sé si el universo lo planeó,
pero el destino firme te sembró.
¡Qué te digo!
Y ahora que te tengo entre mi suerte,
le doy gracias al cielo por tenerte.
Mi niña linda…
Porque amarte no es solo poesía,
es paz, es plenitud, es armonía.
¡Soy feliz!…
Y en tu mirada, cielo que no miente,
descubro que el amor es permanente.