Se me ha vuelto hábito
Recrearte en mi mente.
Sin pedir permiso,
apareces y desapareces.
Son tus ojos cafés,
los que me rinden a tus pies.
No, no me puedo contener;
El deseo de verte
es cada vez más fuerte.
Una y otra vez,
sin retorno me encuentro
presa de tu imaginación,
siendo aquello
que alguna vez fuimos
y que por el destino
ambos desistimos.