Alúmbrame la noche con tus ojos
que si al alba me enciendes con tu anhelo
ultrajaré los pórticos del cielo
para cumplir con todos tus antojos.
Rompería candados y cerrojos
por derretir el vidrio de tu hielo
cúbreme amor, que me desmayo en celo
si no siento en mi piel tu piel de hinojos.
No quiero ser amante de una noche
la muñeca de trapo abandonada
ni quiero ser la flor que se marchita.
Quiero ser fuego, quiero ser derroche,
y la heroína que tu nombre grita
herida por la punta de tu espada.