Flor obstinada y fecunda de aromas.
Albergue del abismo propio y ajeno
de la desnudez y los silencios
alimento constante de verdades,
de afanes y sueños.
océano de ternura envuelto en piel
Tejedora de mundos
Cocinera del presente.
Guerrera esclava de lo cotidiano
Cielo soleado o lluvioso,
monstruo jamás perecedero
santuario del nuevo tesoro,
amor amante culposo y placentero
Consuelo al enflaquecer,
Música de violines y trompetas
Melancolía para navegar
Paraíso y festín de las promesas
Colibrí de vuelo ligero,
Basilisco del engaño
constelación de emociones
y contradicciones…
Capullo, villana, diosa …
Arquitecta de despedidas y renuncias,
orilla de inviernos con acentos de primavera.
Madre, hija y tesorera del ayer.
Trueno, relámpago y susurro
que sabe gritar en murmullos
la dicha y el displacer.
Sombra que baila con su luz,
Lengua que besa y sentencia
en el idioma muerto del amor y la fe,
piedra suave que sangra si la tocan
que reza y obra a voluntad de reina.