Tantas veces me he visto reflejado en ti,
mudo testigo de mi evolución,
tú sabes mejor que yo de mi pasado
y del futuro inmediato
que muy pronto desaparecerá
en tu mundo desconocido,
me pregunto si en alguno
de nuestros innumerables encuentros
te robaste mi alma
¡quién sabe!
Y ahora solo quiero peinar mi cabello
con mucha felicidad
pues no quiero despertar un día
y mirarte lleno de amarguras,
¿pero cuánto tiempo más
me tendrás hechizado
reflejando mi físico cambiante
y también mi aura?
Amo y señor de la vanidad humana,
eres Narciso aprisionado millones de veces
y en el laberinto de mi subconsciente
ya has adivinado mis próximos pensamientos,
mis sensaciones internas,
porque he llegado a la conclusión
de que tu misterio y encanto perduran más allá
de los confines del tiempo y el espacio.