El silencio se ha marchitado
porque ya no puede crecer
entre máquinas y altos muros de concreto.
Las aves se han marchado, porque
una tierra agresiva no es papel para cantar sus sonetos.
Las ardillas escasean, porque sus casas talaron
y han sido obligadas a ir a buscar comida a otra parte.
Los torogozes ya no se acercan por acá,
por temor a ser hechos aves grises de tanto polvo.
Las estrellas se han alejado de mi tierra...
porque los reflectores abusivos las rechazan.
El cielo azulado se ha hecho opaco
y donde vivo, ahora es el Valle de las Hamacas
todo el tiempo temblando por esas máquinas.
Te extraño silencio madrugador
me haces falta dulce cantor
ya no hay más alfombras amarillas
regaladas por un Cortez Blanco
Silencio, espero que a donde te hayas ido
a otra colonia, a otro barrio, a una residencial
espero donde te hayas ido...
seas apreciado y bienvenido...