eledendo

SONETO ÍNTIMO

 

… de la ingente cascada de la vida

- donde es la libertad, y en que es el vuelo -

tomo y pulso las fuerzas con que anhelo

librar esta batalla enceguecida;

… rota está la verdad, su luz uncida,

preso el atardecer, herido el cielo;

la sangre con que clamo rasga el velo

cual nieve sideral y enardecida;

… no es tormento caer en ardua guerra,

ni el llanto al que el espíritu se aferra,

si el instante a su edad le arranca un grito;

… y ungiéndome el valor que necesito,

aquí en el corazón, la mente encierra,

la lanza con que hender el infinito.

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Antonio Justel/Orión de Panthoseas

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