Junto al mar, el vaivén de tu recuerdo
y con la brisa la fragancia de tu adiós.
Nostalgia que consume mi esperanza,
aquella que me llena de dolor.
Con la noche, oscuro lienzo para pintar la nada
y con la luna converso acongojado.
Melancolía que me llena el alma de tristeza,
cuando pienso en tu corazón atribulado.
Derroche de ternura gris son las estrellas,
que brillan sin brillar porque te extrañan
y es la mañana, aurora que no canta
porque su música es el recuerdo de tu alma,
Dulce tristeza para saborear lo lejano
de aquel amor que nos llenó la vida.
Tierno beso del dolor impetuoso que, con su fuego,
la esperanza de volver contigo en mi corazón aviva.