Solo dejaría de amarte
si algún día me mostraran, sin duda alguna,
que alguien más puede amarte más que yo.
Yo, en cambio,
te abrí mi corazón sin miedo
y te dejé entrar sin condiciones.
Al principio solo te extrañaba cuando no te veía,
pero con el tiempo…
empecé a sentir que te necesitaba para vivir.
Te he mirado con todo lo que soy,
y me he dado cuenta de que eres perfecta,
que encajas exactamente
con todo lo que siempre soñé amar,
incluso antes de conocerte.
No siempre despertamos juntos,
pero sé que los dos abrimos los ojos
pensando el uno en el otro.
Como si, sin saberlo,
nos soñáramos al mismo tiempo.
Ese beso que aún no te di
es el que más me duele no tener.
Lo imagino en mi mente,
tan tierno, tan nuestro.
Y es que no entiendo cómo
puedo extrañar tanto a alguien
que hasta hace tan poco no conocía.
Pero llegaste sin avisar
y todo en mi vida tomó sentido.
No sé cómo sería vivir sin ti,
ni quiero saberlo.
Gracias por existir.
Si no te hubiera encontrado,
te habría imaginado… tal y como eres.