Quiero dormir,
con los ojos cerrados,
en tu regazo.
Será una noche,
de eternas utopías,
junto a tus manos.
El cielo limpio,
sin nubes y con luna,
desde su faro.
Pero una nube
será nuestro refugio
cual lecho aislado.
Y soñaremos,
mirando las estrellas,
que estén charlando.
Quiero besar
los ojos de la luna
en tus pupilas.
Y hasta beber
la lluvia de la noche
entre tus ojos.
Seré feliz,
si arranco de tus labios
un tibio beso.
Y te amaré,
sin duda, no lo dudes,
en ese rato.
Luego, en la aurora,
los dos despertaremos
viviendo el sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/25