Siempre he sido más de observar
Y callar.
Ahora que las calles no tienen
Prisa y me abro a los abriles,
Todo lo que he callado aparece
Y me nombra; y yo en ese nombre
Veo que mereció la pena
El silencio que es la misma vida
Que no calla.
Nada puede parecer la gota
Que resbala en el vidrio, y sin embargo,
Su camino es una memoria
Para siempre,y es el mío
Y de todo lo mío que nació
Y cumple la vida.
Todo es esperar para llegar
Y decir - ya no siempre -
Entonces, solo entonces,
Tendrían sentido los bancos
De los parques,
O la espera eólica de un molino,
O el niño que soñaba con ser
Astronauta.
Todo es, para mí, observar y callar
Y que un día lo transitivo
Se vuelva adulto y torne
Firmamento.
Para eso solo tengo que esperar,
Cómo la gaviota, que baje
La marea.