Javier Julián Enríquez

Espejo del intelecto supremo

Del pensamiento arcano, en su reflejo,

irradia el verbo, cual pléyade interna,

donde la esencia cósmica y eterna

transmuta el ser en límpido bosquejo;

 

más allá del mortal y añejo espejo,

la luz sapiente que el saber gobierna,

cual flama sideral que nos prosterna,

revela del misterio su cortejo.

 

En sus ojos, el numen soberano

forja la quintaesencia del destino,

emanando un fulgor ultraterreno;

 

y en ese abismo, límpido y arcano,

se funde lo mortal con lo divino,

transmutando lo efímero en sereno.