Elizabeth A. Navarro

Días feriados… y yo sin ti a mi lado

Las calles llenas de risas ajenas, mientras mi alma camina sola entre recuerdos y silencios.  
Días grises que traen lluvia, no de agua… sino de emociones que nunca llegamos a compartir.  

Me he construido un mundo entero de ilusiones,  una relación perfecta…  
dibujada con trazos de esperanza y pintada con los colores de un amor solitario.  
Te pienso y me pierdo en ese espacio que nunca fue nuestro,  donde yo amaba y tú… simplemente existías.

Mi corazón late en cada mensaje, cada llamada,  pero no es voluntario,  
es el reflejo de un deseo que no sabe cómo apagarse.  

Y sin embargo…  


llega el momento en que una mujer como yo se cansa.  Se cansa de esperar, de imaginar, de mendigar atenciones disfrazadas de interés.  A esta edad no quiero promesas al viento ni migajas de amor.  Quiero compañía real, lealtad sin condiciones…  y ser deseada, completa y abiertamente,  por el hombre al que amo. 

Porque el amor, si no se vive a dos,  
es solo una historia triste contada al corazón.