En la calma rozó un murmuro
y rompí en llanto,
tres palabras que destrozan
destruyen y desmoronan;
no a exisistido un valiente
ni un inconsciente
que te ame como te e amado,
nadie te a velado tanto,
nadie te a guardado y envuelto
en tan hermoso manto;
y aun así te despides,
me allanas y al momento
te escapas de mis redes;
sinvergüenza,
retoño inevitable
sueño inalcanzable.