Franjablanca

Soneto: antes y ahora

Querida juventud que estás ausente:

no sé si me recuerdas del pasado.

Compartimos tabaco, fe y candado.

Eras tan loca; yo, un inconsciente.

 

Yo te conjugué en tiempo presente

porque nada importaba demasiado,

y ahora que nos hemos olvidado,

no vengo a revisarte el expediente.

 

Los sabios que omitieron sus consejos

no avisaron del paso de los años;

sabían, porque eran perros viejos,

 

que entonces nos sobraban los redaños.

Hoy, al ponernos las gafas de lejos,

nos saludamos como dos extraños.