Carlos Marcelo Baldelomar

Medias Vidas

-Amor de mi vida-

Pudimos serlo todo.

Pero nos quedamos

Jugando en la cornisa,

mordiendo el vértigo

Sin dejarnos caer

 

Nos buscamos a ciegas,

Encajando mirandas

entre tantas caras extrañas,

para  abandonarnos

tras una caricia

para imaginar, quizás olvidarnos.

 

La esperanza nuestra

se nos escurrió como gatos,

en techos de casas ajenas,

Las baterías se nos morían

en los relojes colgados

de habitaciones vacías.

 

Fuimos tanto y tan poco,

un solo diluvio de un invierno.

nos labró la tierra virgen

donde hoy fluye nuestra sangre,

ese olvido que subestimamos.

y aquellas queridas soledades aprendidas.

 

Ahora te veo y me veo al espejo,

en un reflejo que no nos miente

y nos pinta relativamente felices.

 

Ahí vamos

Medio soñando

Medio despiertos.

 

En un tiempo que se parte,

como un reloj de arena,

que nos guarda entre el vacío

y esa erosión que nos arrastra.

 

Ahora quedamos esparcidos

 como semillas al viento

vos por allá,

plantando banderas en la guerra

yo por acá,

regando fantasmas en la tierra.

 

Vos en el sur, yo en mi norte

Medio llevándonos, a rastras.

Medio perdiéndonos, a la suerte.

Y medio quitandonos el amor a patadas.

 

Te dejo aquí entre cada verso

para que podás encontrarte.

Por que existís

Tendida en algún pliegue del tiempo.

 

Y existimos como números primos,

como versos huérfanos de un poema

navegando en otra hoja, en otro folio.

 

-Existimos-

Vos en mi lápiz, en mi hoja…

Vos en la palabra de mi boca,

En mi tinta que aguarda en medio 

De su tubo.

Yo en la palabra que duermes,

En el verso que no escribes

 

-Amor de mi vida,-

Ahí vamos todavía,

Danzando en la penumbra 

con cuerpos a medias

Intentando recordarnos.