Marcos Reyes Fuentes

SE BUSCA UN AMOR SIN NOMBRE DE MIEDO

Se busca  un amor antiguo como el vino 

que guarde en sus raíces el secreto 

de incendios que no queman, solo alumbren, 

de ríos que no arrasen, solo besen. 

 

Un amor con espadas de madera: 

afilado en la audacia, no en la herida. 

Que robe versos a la noche fría 

pero devuelva el sol en cada huida. 

 

No se busca un dios de mármol en su trono 

ni un mendigo de sombras en sus puertas. 

Se busca un cómplice que, con manos ciertas, 

desate tempestades… con decoro. 

 

Que hable del silencio en clave de miradas, 

que rompa  muros, pero no semillas. 

Que sea flecha y nido en la batalla, 

que sepa  herir… solo lo que no importa. 

 

De esos amores  que no pidan sacrificios, 

Pero sí juramentos de raíz profunda: 

Si caigo, que me llame tierra viva, 

Si grito, que su boca sea almohada. 

 

No se busca héroes  ni heroínas con armaduras falsas, 

sí, piratas de sal y cicatrices 

que, al ver la espalda desnuda en la arena, 

deseen  abrazar… no marcar territorios. 

 

De esos amores  que no tienen prisa 

porque saben que el trigo y la ceniza 

tejen, en luna lenta, el mismo trigo. 

El que entiende que atrevido y libre 

son hermanos, no dueños, del abismo

 

¿Existirá?  Pregunto  al reloj  y al viento. 

Mientras, escribo estos versos con mi barro: 

por si las olas traen, tras su conocido fracaso, 

un amor que no tenga miedo a nada

…ni siquiera a ser frágil.

 

@ Marcos Reyes Fuentes.

Todos los derechos reservados, incluso hasta los silencios entre versos.. Cusco 19.04.2025