Si la fruta tarda tiempo
en madurar, estando verde
también tarda el talento
para aquel, que no lo tiene.
Tarda en llegar a la mente
y al alma, la inspiración
como flor que no florece
se arruga, desaparece
pues no siente el corazón.
Y el ánimo, torna impaciente
en sólida soledad...
y la forma de pensar
como humo, se desvanece.
No hay espera para el vicio
de escribir sin sentimiento,
y es por eso que hoy quinientos
son los versos que publico.