Haz Ámbar

Mi trono en el mundo

Tú estás aquí y tampoco conmigo por loco perdido que incluso presumo,

presencia infinita que me faltas constante por estos caminos tan lejos de Oriente,

sonriendo mezquina cada vez que tropiezo y se tuerce mi gesto en disgusto,

amargo lo que pruebo para poder poner de nuevo mi trono en el mundo

según más se siente duro creérselo uno con su conjuro a la angustia.

 

No me encuentres buena causa. Tal vez debería haberme muerto antes

de pasar por esto sin quien se apiade de mi alma.

Hoy estoy que todo hasta me cansa y no produzco la iluminación tan necesaria.

Saldré algún día acaso de este estado al que soy yo mismo el que me arrastro?

Pudo ser peor, dirás tú que no te pasa tal desgracia

y aún gozas más que un poco de las cosas que valoras como el oro.

 

No hay motivo aquí tan firme a seguir adonde exige de mí la vida

y aunque estar solo ya me aflige soy feliz de verme arriba.