karonte

\"El beso que no pedi\"

Soñé con labios que no buscaba,
pero llegaron suaves, sin ruido,
como una brisa que se desliza
entre la piel y el olvido.

No fue deseo carnal lo que ardía,
sino el eco cálido de ser visto,
como si el mundo, por un instante,
me recordara que aún existo.

Miradas jóvenes, juegos sutiles,
coqueteos con perfume a inocencia,
no por lujuria…
sino por esa vieja urgencia
de sentirse digno, vivo, en presencia.

Fue un sueño, sí.
Pero me habló sin palabras,
me tocó sin tocarme,
me besó el alma.

Y al despertar,
no hubo culpa, ni fuego, ni prisa,
solo el rastro de una sonrisa
que me dijo:
aún hay luz en tu brisa.