Gonzalo de Winter Soto

Mi reina y su azul

¿Qué haces, princesa,

sin tu príncipe azul,

cautiva por apócrifos,

siendo tú poco común?

 

¿Qué haces, princesa,

si siempre estás divina?

No cambies lo que eres;

tus defectos, sin pena,

son parte de mi alegría.

 

¿Qué haces, princesa,

si todos son iguales?

Busca a alguien distinto,

que no viva en sus males,

y cuando todo acabe,

será un ser que vale.

 

¿Qué harás, reina,

cuando con galán camines?

El azul será el color

con quien mejor combines.

¿Conoces ya a ese caballero

que, cuando te alejas,

te deja incompleta?

 

Al fin, mi reina, podemos estar

sin reprimir lo que nos hace vibrar;

acercándonos a lo bueno,

rechazando todo el mal.

Sé que no vengo a completarte,

pues tú ya eres un total.

Por eso escribo estos versos:

no somos uno solo, somos dos en unión 

con un destino que guía nuestro corazón.