Stacy Mendoza

Bruja contemporánea

Hoy no prendí velas

ni invoqué planetas.

A veces me siento como un presagio,

tengo cicatrices como constelaciones.

 

Hoy me sentí oráculo y herida.

Guardé mis tristezas en un frasco.

Me gusta mirar el dolor

cuando ya no duele tanto.

 

En mi bolso apareció una flor seca

y me crucé con un cuervo.

Quise preguntarle por qué me acompañaba,

pero pensé que tal vez

rompería el hechizo.

 

Me quedé flotando entre mis pensamientos.

Hablé en el espejo,

me llamé por mi nombre completo,

como si necesitara recordar

que sigo siendo yo.

 

Vi una mariposa negra en la entrada.

La observé como quien reconoce un alma

y, por un segundo, me sentí menos sola.

Pero solo por un segundo.