Leinad Odnan

Mi casa etérea

Mi casa etérea

 

Tuve un viaje y durante el mismo el fuego se apagó y todas las personalidades que habitaban este lugar se fueron de vacaciones pero las tempestades como huracanes, tsunamis, bajas temperaturas, altas temperaturas y terremotos en diferentes momentos siguen ahí afuera.

 

El especialista dice que tengo que trabajar en mi autoestima, por lo que tengo que encontrar un lugar donde los efectos externos no actúen en mi contra. Ese lugar es mi individualidad y tiene que ser etéreo. 

 

Cuando se apagó el fuego y todos se fueron, intenté desesperadamente prenderlo e invocarlos, pero no funcionaba y todo parecía perdido. Simplemente me senté a escuchar mi silencio interior, entonces pensé en reiniciar mi yo interior, darle tiempo para que se manifieste, sin forzar y poco a poco. Es mi casa etérea, donde recluirme cuando el clima del exterior es insoportable, y también desde donde controlo mi personalidad.

 

Mi casa etérea sigue estando tranquila, tal vez porque ciertos valores, virtudes y actividades de hedonismo ya están interiorizados. La casa necesita alimentarse, su comida es lo que decida aceptar del exterior, tarde o temprano se filtra el ecosistema exterior.Un lugar desértico sin filosofía y reflexión, una casa títere; un lugar con gente de buenos valores, una casa virtuosa; un mercado donde el dinero es el protagonista, una casa materialista. 

 

Todo cambia, mi casa etérea no es la excepción, no se queda quieta, camina y navega por el medio que toque, tierra, agua o aire, lo importante es ¿Quienes son los tripulantes? y ¿Cómo aprender a manejarlo? Es un trabajo filosófico y hasta religioso si se quiere, pero estamos en la caverna de Platon, tiempo al tiempo casa etérea.

 

Leinad Odnan