Me arremolino en medio de una fuerza superior
Poseo un deseo que jamás gastaré
Un deseo que prefiero fraccionar
Con qué indiferencia debo ver el presente
Vivo exigido a ser cínico
A arrancar las hojas primeras sin que me importe su crujido
A crear ilusiones de una fantasía
A malgastar la realidad
Todo eso me aleja y cierra
Y no es por protección
Es el gusto de arder en cada amargo sentimiento
Por qué el llamado del desorden surge con su sombra
Veo delatada mi poca fe
La confianza debe ser propia
Las convicciones una estrategia en esta vida
Pero las órbitas se recortan
Se hace insostenible la repetición
La necesidad de un descanso merecido deja de importar
Sacrifico mi vida por una realidad hiriente
De promesas egoistas e insanas