Cuando hablo del horizonte diciendo cuánto es de hermoso
y lo miro imaginando todo un mundo carmesí,
no te imagines que describo una imagen a mi antojo
pero estoy hablando de ti.
Si detallo el sentimiento que emerge de mis adentros
cuando me noto elevado hacia el anhelo del sentir,
no pienses que explico al mundo la simpleza de un momento
porque estoy hablando de ti.
Cuando diga que vi un ave sobre la cima del mundo
para allí dejar sus penas y no dejarse abatir,
no confundas la evidencia, más medita en lo profundo,
pero estoy hablando de ti.
Si en los confines del cielo veo a los ángeles bellos
y me saludan las nubes cuando paso por allí,
no te olvides que no vuelo y el milagro se hace cierto
porque estoy hablando de ti.
Cuando en el mar escarlata dejo tu imagen de estela
llamo al lucero del alba para que venga hasta mí,
para que me otorgue la voz del canto de las sirenas
y al mar hablarle de ti.
Si con fuego en las entrañas me entrego a las emociones
en la danza de una hoguera con destellos de rubí,
que se engalanen mis sentidos con ramillete de amores
porque estoy hablando de ti.
Cuando la vida que es dura se troca en suave paseo
y el sentimiento aparece como esencia del vivir,
no te creas que me guardo los silencios del silencio
pero estoy hablando de ti.
Si me entrego a los abrazos del vergel de las pasiones
y respondo con el alma como el preso que ha de huir
no pretendas ignorarme, ni niegues mis intenciones,
porque estoy hablando de ti.