José Luis Barrientos León

Un cuerpo envejecido

 

Un cuerpo afligido que se transforma en mariposa

convirtiendo sus dedos en alas que acarician

restaurando la mirada con imágenes de cielos

desnudando su tronco sin espanto y sin sexo

 

Un cuerpo abatido que se desvela melancólico

sobre las sombras inmutables que sorben la tarde

suscitando el misterio plomizo del crepúsculo

que aviva las entrañas

en el conjuro mágico de anhelos y deseos

 

Un cuerpo de labios sin sabores

de lengua envejecida que musita las palabras

de exudaciones que agonizan en la sequedad de la piel

de sueños enajenados que se niegan a morir

de entrañas que se evaporan como bálsamo de canela

de latidos que se aquietan recostando la cabeza

de tactos que se excitan percibiendo las nubes

de velos que lo cubren como lluvia en el campo

esperando la noche sin promesas de mañana