Qué duro es quererte así, de este modo,
desordenando el tiempo
que me recuerda tus movimientos
ahora deshabitados...
Créeme...
que no entiendo qué hago pensándote,
en el empiece de éste anochecer
que estoy con otro ser.
Yo...que no sé fingir,
cada vez que tu espíritu inaprensible,
revive hablándome
de que jamás ya, podré verte.
Y se descubre mi mente,
sin saber cómo vencer a este amor ausente,
que suena a recuerdo patente,
en un pentagrama con su acorde a lo triste...