Gonzalo de Winter Soto

Nervioso

No hay peor fraude que la tensión

antes de empezar a realizar la acción.

Falsa es esta sensación

pues lo que verdaderamente debilita

es la ausencia de preparación

aunque de vez en cuando

sea solo una imaginación.

No inicies un discurso sin preparación,

o peor, no improvises con premeditación.

Existe ahora una posible solución

cuando sucede con previa redacción

que es contarlo con convicción.

 

A pesar de esto, puede haber error

y no hay que tratarlo con horror

sino como pérdida de control

en la que un buen actor

proseguiría con buen humor.

Por ello sin más furor,

hay que seguir sin distracción;

sin olvidar que el error también es lección.