Cuando el amor se muere.
Se muere lentamente, sin ruidos ni explosión,
cuando falta el abrazo, la risa, la atención.
No se va de repente, se esconde en el rincón
donde ya no hay ternura, ni un gesto, ni perdón.
Se muere el \"te amo\" cuando no hay intención,
cuando el tiempo se esfuma sin dedicación.
El amor no es un fuego que arde sin razón,
requiere que lo cuiden con fe y con pasión.
Se apaga con palabras que hieren sin pensar,
con miradas vacías, con gestos de olvidar.
Se enfría en el silencio que empieza a gritar
que el alma está cansada, que ya no quiere amar.
Si no hay manos que busquen, si no hay quien quiera estar,
el amor se deshace... se empieza a marchitar.
No es culpa del destino, ni un mal celestial,
es solo que al amarse, se debe entregar.
Y si se olvida el arte de amar con humildad,
el amor se hace sombra... y ya no vuelve más.
Nelson Aburto Alemán.
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