Te Llevas a mi Alma
Sólo despierta, ¡oh, mujer!,
que ése ser lleva a tu alma,
recostada entre sus hombros,
entre sus más grandes quereres,
sólo mira, ¡oh, mujer!,
que ése ser lleva tus alas,
y no podrás volar jamás,
cuando tu alma no la tienes ya,
sólo observa, ¡oh, mujer!,
que tu destino es fuerte y fugaz,
como en el cielo perteneces,
y que escritas estás,
sólo piensa, ¡oh, mujer!,
que tu mundo grabado está,
y que tu vida en el cielo va,
si en el cielo está escrito tu nombre,
y todo porque tú, te llevas a mi alma…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG