Te regalo mis sueños, los más dulces los más bellos
Te regalo mi vida junto a mi alma y a mis anhelos
Te regalo todo. Me quedo nada. Solo un te quiero.
Por una sonrisa por un abrazo
Por una lágrima tuya entre mis dedos.
Seré el sol y tu corazón no sabrá de inviernos.
Seré caricia cuando tu cuerpo se vuelva hierro.
Estaré contigo aunque te siga al mismo infierno,
pues de tu vida, seré la flor que te perfume
y en tu muerte seré ataúd para el entierro.
Porque en tus manos he puesto mi vida
De mis manos lo que tuve te lo entregué
Te di mis días, también mis noches
Y mi esperanza en aquel atardecer
que tomé una pluma y firmé un blanco papel.
En un poema libertad alguna rechacé.
Te quiero. Te amo pero mi vida no alcanzará
Somos mortales, hijos del cielo. La muerte por mi vendrá.
Por eso es que en tus manos mi vida dejaré
Y yo con dulce encanto a la muerte engañaré.