Conmovido por tus sinceras oraciones.
Empiezo pues con la grata sinceridad,
Con un poco de vergüenza y serenidad.
Te agradezco esa especial entrega,
Así como agradecido, me siento alagado,
Solo espero ser yo, aquel indicado,
El mismo que esperaste para ello;
Y llenar tus expectativas de sueño,
vaciar de vos todo tu deseo.
Te digo entonces como quien gusta de soñar,
Con mucho gusto, ese regalo tuyo iré a usar.
Y sin olvidar ni por un instante mí innato respeto
Brota de mi la inquietud y mi deseo,
Hasta hacer de mi mismo un cruel anhelo
Con solo imaginar tu inviolable velo
Se me olvida lo que es sexo y recuerdo el amor.