Oscura noche,
quizá la más oscura,
es testigo de
recalcitrantes armonías en pos
de una atmósfera tibia y adormecida.
Diantres en breves finuras,
llevados por vientos de frías carcazas,
no alcanzan ni a vitorear una mísera gloria
en su intento por entrar mediante ventanas
y profanar este amor de padre.
Un sustento agradable
doy en grandes tragos,
finalmente me tomas como lecho
y primero, acomodas vientres
con patas de terciopelo,
el mirarte fuerte, acongoja,
doy saltos en llanuras tan cálidas...
..Mediante un acariciar
de mirada penetrante, silenciosa,
y amorosa como absorbente es el sonido
de un océano que rompe en olas
contra la piedra más negra y firme,
nunca antes vista.
Finalmente, duermes,
dejas de ronronear,
te sumes en una historia clarificante,
nadas en limbos azul plata,
tan libre y confiada
que nada pasará
mientras yo esté aquí.
Espectante.