ESTAMPAS DE MI PUEBLO
En este convulsionado tiempo donde la inseguridad apremia en nuestro país, las personas van viviendo entre angustias y prisas. Es tan reconfortante ver y disfrutar que todavía en algunas comunidades se observan detalles de armonía, donde prevalece la esencia del ser humano y su contacto con el entorno, principalmente al comienzo del día. Esto es lo que ven mis ojos en un día normal, en mi comunidad, en Cabañas…mi pueblo.
Muy de mañanita, cuando la fiesta de pájaros anuncia el nuevo día, hombres y mujeres se aprestan a limpiar sus calles; van saludando al viajero que temprano se marcha para emprender su jornada laboral, también a los campesinos con sus aperos de labranza que van silbando rumbo al campo.
El olor a pan recién horneado llena los sentidos del madrugador y el mugido de las vacas anuncian que la leche fresca va en camino. Son estampas de mi pueblo, que amanece despertando a la vida… que se renueva con cada canto del gallo. El sol con sus rayos, va abriendo las corolas de las delicadas rosas y una ligera brisa mueve los mechones de bugambilias que se deslizan por los tapiales de las casas, coloreándoles de rojo grana, púrpura, blanco o naranja.
Se desperezan las ilusiones y van viajando en la polvareda de la carretera hasta llegar a su destino, donde se concretizan en proyectos, en sustancial deseo de superación y se materializan con hechos, forjando un futuro con buenos propósitos cada día.
©Mirna Lissett