De las Sonrisas,
que se ven de los trombones.
Del alma escapan melodías,
de los olores que me armonizan en calma.
Me detienen en pedazos
este hueco del pecho.
Se me duermen los dedos...
Por no tocar suave estos pensamientos.
Repara esta meditación,
comiendo ecos de guitarras
en mis huecos y sonidos.
De los mares y los soles
despierten a los arboles adormecidos
de olor a menta en lluvia de alcohol
y un placer en el paladar.
Por el roce de tus lecturas
y la humedad de un beso tuyo.