Ciudad de musas dispares
que generan gran revuelo,
que crean tantos altares
que velan siempre tu cielo.
El Tiber cubre tus orillas
con humildad enraizada,
por que eres la gran morada
del arte y sus maravillas.
El Palatino te protege
y cuida de noche y día,
la magia y la fantasía
que en tus entrañas se teje.
Luperca contempla ahora
Junto a sus ubres sagradas,
la acogedora morada
que florece con la aurora.
En que despiertas hermosa
rutilante como el oro,
por que eres un gran tesoro
con su estela luminosa.
Cuna de la civilización, por siempre Roma,
bajo tu estirpe y tu historia,
vive la herencia de gloria
que a tu regazo se asoma.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
12-11-2010