Una lágrima apaga el llanto de las nubes.
Asechan las amalgamas de la soledad.
Inspira canto la verdad.
Como noria encendida bajan las letras desde tu sepulcro ancestral.
Donde están entonces las mordazas
Como acunan los dedos hidalgos del mañana
Destroza los maderos enclaustrados, cada clavo hiere la memoria de los pueblos.
La historia ramera sucumbida trajea el hambre de un niño.
Un padre llora, asoma la nariz la mentira.