Se han abierto las puertas
y han entrado las brisas.
Se han calmado los vientos
y han brotado sonrisas.
Prendió la primavera
sin barreras, sin bridas,
inundando mis campos
de colores… de vida.
En mi jardín sagrado
de ilusiones perdidas,
amaneció una rosa
al despertar el día.