emmanuel sèbrol

LLÀMAME

Callada la noche, mientras llora la luna

¿donde estas? Que tanta falta me haces.

Caminando por mis recuerdos

te encuentro sentada en la barra del bar

brillando como diamante y esfumàndote

como humos de cigarrillo que escriben tu nombre.

 

Hàblame. Cuando a media madrugada

presa de la soledad te sientas triste, llàmame.

Hàblame. Cuando tu felicidad sea tan inmensa,

no quepa màs en ti y se desborde a carcajadas, llàmame.

Aunque tengas un dia simple y te sientas reventar por el estrès

toma tu celular y llàmame.

Y cuando sientas ganas de llorar y secar las perlas que bañen tus

mejillas con mi voz, llàmame, que para ti, tendrè los oidos

màs pacientes, tan pacientes como el amor que por ti siento.

Pero no me llames nunca, si lo que vas a decirme

es que no aspiro a ser àlguien importante

para ti.