Vigila Atlas tu jardín, lleno ahora de incomprensión
De odio y de temor
De muerte y desolación
Se llenan las manzanas de gusanos
Que acaban con tu vida
Arrancando el árbol de raíz
Con sus manos
Esas mismas manos que se manchan de sangre
De inocentes corderos
Mujeres y niños esclavos
Que ellos llaman obreros
Y una sombra envuelve el jardín de las Hespérides
Y demonios armados rompen la calma
Son despiadados, gente sin alma
Que ataca a campesinos inocentes.