Que puede caber en mis manos hacer
Para cambiar lo que no puede serlo,
Sólo caminar, no volver a querer
El recuerdo del pasado de tenerlo
Y alabar por escrito el abismo
Que tenía con el marginalismo
Pues, a mi lamento, sin ti quien soy,
Una copa estrellada en la calzada
Un desolado y abandonado convoy
De un vaquero sin audaz vaquerada
Sigo teniendo en mi alma que acarrear
Un enamorado, ingrato, iluso soltero,
Vagando de bar en bar sin disfrutar
Del cantor borracho y su bebedero,
Del cómico meón que busca algo
O simplemente del que hace un hidalgo
Me reclaman los garitos
Para volver a la senda,
Al destino,
Y ande por un mar de olvidos
Y números de mí agenda
Y perdidos
Sólo por sentirme el mejor cabrito
O más hombre sin tener una musa
Que sin desnudo me vuelva loquito,
Es mejor tener del vino mi musa
A mi parecer cerca de mi buen ver
Y no perder ni una gota profusa
De su maravilloso y rico gusto
De su exquisito y exótico regusto.
Así soy yo, el llanero nostálgico
Que viaja por los callejones tan altaneros
Pabellones de peleas y conflictos
Despreciando la vida que llevo
Olvidando lo que de verdad necesito
Y cogiendo por vida la que he vivido
Pero todo eso se acabó,
Las antiguas tascas de oro
Y los cánticos de coro
Y sin querer debo decir
Adiós al viejo latir
Que siente mi corazón
Por que, que culpa tengo yo
Si mi corazón marchito
Dejó de sentirse hace tiempo
Un machito de taberna en tasca a garito
Para poseer su musa de Milo