CUANTO duele un ADIÓS jamás DADO:
Viendo clandestinamente tras de ti, el reflejo por sombra de tu hermoso cuerpo, mientras bajabas sigilosamente la escalera de las habitaciones, desvaneciéndose lentamente, maleta en mano...,
Si se ha determinado previamente al salir por la puerta del cuarto, nunca más mirar atrás por un instante recordado a ese pasado que dejas dormitando sobre sábanas blancas al pensar solo en ti, viviendo por la mente ese mañana anhelado en unos brazos distintos a los míos, saboreando otros besos...,
Cuando sé, que la soledad tomará lentamente tu lugar dentro de mi corazón y no volveré a sentir lo que sentía contigo, cuando era más que un sentimiento sinceramente esperado cada amanecer al despertar, recostado en tu pecho desnudo, viendo una sonrisa de blancas perlas.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 17112010 10:30 AM.