Eres tú mujer, el deseo con envoltura pagana,
que hace latir desbocado este amante corazón,
por tus rizos y tus ojos de profundidad gitana
con ese porte de reina, de princesa o de sultana,
que te hacen ser esa diosa de culto y admiración.
Son tus pechos esas ánforas enhiestas y desafiantes,
con esa piel que es de mármol con su brillo arrollador,
con la tersura y perfume donde mueren los amantes
que a tus pies han sucumbido solícitos y anhelantes,
por tus pírricas caricias, por tus migajas de amor.
En el marco de tus ojos tan diabólicos y fieros
donde yacen inmolados los sentimientos sinceros,
por tener obnubilada casi toda la razón,
por que son como los dardos venenosos y certeros,
que se han calado muy dentro de mi amante corazón.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
09-10-2010