vincen

Mi hijo es…

 

 

Rubio como el trigo

azul cielo sus ojos

sonrisa franca como el sol

bueno como la tierra misma.

 

Me dijo  pa…

mi corazón toco el cielo;

mi corazón me envolvía

en su mirada tierna de niño,

llega al alma.

 

Pase frió, comí lluvia

para que sueños nunca le faltara...

patie escarcha y polvadera

para hacerlo ¡hombre de bien!,

caminaba nubes pensado...

verlo sonreír a mi llegada,

arisco para el beso pero tierna su mirada

¡Cachorrito mió!

 

No pude ser un padre perfecto

¡Porque perfecto es “Padre Dios”!

Pero soy ¡padre!... que ama su hijo.

 

No pudo mis manos… un mundo crearle,

le enseñe las herramientas… las manos y la voluntad.

Le di la fe que te alimenta el alma

¡único tesoro que se deja de herencia

y atesora el alma!,

única herencia que mi alma le deja.

 

Como pájaro hornero enseña a sus polluelos,

el trabajo nace en la honradez de cada mañana

en el silencio de la madrugadas,

y a soñar de noche con lagrimas en los ojos

como el Jacaranda en flor con la frente alta.

 

Mi hijo es…

 

Dulce como la miel de camotí

pequeño sol de mi curtido corazón,

mi niño que se hace hombre,

mi hombre que es mi niño,

te llamo hijo… me llama pa

¡te llamo orgullo de mi corazón!

 

Cuando la noche te traiga tristeza

o la mañana te recobre en risa,

¡Alista tu corazón para pelearle a la vida!

¡Tan solo obra con el corazón en la mano,

miedo a equivocarte no tengas

tan solo vive amando y acuérdate que solo…

¡¡que solo no estas tiene un padre!!

¡¡Un padre que te ama!!