Si Dios a su lado me lleva, antes que a vos,
encontraré la manera de retornar, para cuidarte,
para besarte la frente, como todas las mañanas.
Como tu ángel, por tu cuerpo y tu alma velaré,
para que el dolor no marchite tu sonrisa
ni apague la luz de tu mirar,
Y entonces, cuando mis poemas leas,
en cada letra hallarás mi presencia
con una caricia para tu corazón;
como tu ángel, los malos sueños espantaré,
al tiempo que una estrella del cielo bajaré
para que su luz, rompa las tinieblas
que el dolor en tu inocencia pudiera fundar,
y al despertar descubras un nuevo amanecer
así como lo hacías cuando en mis brazos
estrenabas cada mañana con tu sonrisa.
Sé que el llanto evocará a la pena,
mientras los recuerdos sin piedad golpeen;
pues nuestra historia siempre fue diferente a las demás
único en su tipo, un juramento para no romper;
también se que tu dulce voz mil veces mi nombre pronunciará
al escuchar el teléfono sonar, o cuando sientas
que alguien traspone tu umbral,
mas en esos momentos, a tu lado estaré.
Como tu ángel, tus cabellos mojaré
con agua bendita que del cielo cae,
y bautice tus mejillas húmedas
con una suave briza que mi perfume lleve,
y descubras que a tu lado estaré como tu ángel.